SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL

lunes, 20 de julio de 2009


En su libro: “Síndrome de alienación parental: niños manipulados tras la separación”la Dra. Victoria Trabazo Arias nos dice que:

El Síndrome de Alienación Parental (SAP) definido por Richard Gardner en 1985 es “un trastorno caracterizado por el conjunto de síntomas que resultan del proceso por el cual un progenitor transforma la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor”, es decir, uno de los progenitores manipula al menor con el fin de que éste rehace al otro.

Es importante señalar que el SAP se diagnostica en los menores cuando esta manipulación ya se ha producido, es decir, no es suficiente que el progenitor alienador lleve a cabo una conducta de manipulación, sino que es necesario que esta conducta realmente tenga efecto. Lamentablemente esto hace que la intervención psicológica para reparar el daño sea muy complicada ya que nos encontramos con menores convencidos de que su odio hacia el progenitor alienado está totalmente justificado.

El SAP aparece en un menor tras un proceso que puede variar en el tiempo según los casos, cuánto más tiempo pase el progenitor manipulador con su hijo, más tiempo tendrá para desarrollar su campaña de injurias y desacreditación.

Lo que más llama la atención en el SAP es la ausencia de ambivalencia en el odio del menor, es uno odio similar al de un fanatismo terrorista. Frente a este odio, el menor suele considerar al progenitor alienador como una persona sin ninguna tacha, una víctima vulnerable a la que tiene que defender. Además, cuando al menor se le sugiere que puede haber sido en algún modo manipulado, se defiende asegurando que siempre ha pensado así y que nadie le ha dicho lo que tenía que decir.

En numerosas ocasiones este odio que siente el menor, y que carece de todo sentimiento de culpa, se extiende a todo el entorno del progenitor alienado como pueden ser los abuelos, los primos, amigos, el domicilio del progenitor o la nueva pareja.

El progenitor alienado recibe este ataque por parte de su hijo inicialmente con gran estupor y posteriormente, cuando va viendo cómo pasa el tiempo y la manipulación aumenta, con gran frustración e indefensión. La lentitud de las decisiones judiciales contribuyen en muchos casos a aumentar esta sensación al no encontrar medios para parar este proceso manipulativo.

En la mayoría de los casos en los que son varios los menores implicados la manipulación se extiende a todos ellos con el fin de que hagan un frente común hacia el progenitor alienado.

El SAP tiene serias consecuencias a largo plazo.

En su libro “Síndrome de Alienación Parental: Hijos manipulados por un cónyuge para odiar al otro” - José Manuel Aguilar Cuenca (Madrid 1968) determina una serie de Criterios de Identificación de este síndrome:

• Campaña de difamación e injuria hacia uno de los progenitores por parte del otro progenitor.
• Defensa extrema del progenitor alienante cuando se lo señala de manipulador.
• Odio y rechazo extremos al otro progenitor y a toda la familia extensa del mismo (padres, abuelos, tíos, primos, etc)
• Explicaciones triviales de los menores para justificar el odio al progenitor alienado.
• Escenarios prestados: los menores utilizan palabras que no son propias de su edad sino reflejos del discurso adulto.
• Ausencia de culpabilidad en los menores por el sentimiento de odio que tienen hacia el progenitor alienado.
• Aparente autonomía de pensamiento del menor: se defiende diciendo que ha llegado a éstas conclusiones sobre el progenitor alienado por sí mismo.

El síndrome de alienación parental fue propuesto por Richard A. Gardner como una alteración que ocurre en algunas rupturas conyugales muy conflictivas. En ella, los hijos están preocupados en censurar, criticar y rechazar a uno de sus progenitores, descalificación que es injustificada y/o exagerada.

La negativa de los hijos para relacionarse con uno de sus progenitores adquiere auténtica trascendencia en el momento en que se expresa en un juzgado y los mecanismos jurídicos y judiciales entran en funcionamiento. Se desencadena entonces una serie de acusaciones, búsquedas de explicaciones y acciones encaminadas a resolver el problema, que hacen que la instancia judicial se convierta en parte del mismo en la medida en que adquiere la responsabilidad de garantizar o hacer cumplir una relación paterno-filial que la dinámica familiar está impidiendo. Esta participación hace que debamos incluirla como un elemento de vital importancia en los componentes que definen el síndrome.

Por otro lado, la intervención judicial tiende paradójicamente a alienar aún más al progenitor alienado, quien se ve relegado a un segundo plano, colocándose entre él y su hijo una nueva y potente figura autoritaria que, en buena medida, sustituirá algunas de sus funciones. El progenitor alienado reclama y exige esta intervención con lo que también contribuye a mantener su situación.

Supone una forma de maltrato infanto-juvenil que ha comenzado a adquirir relevancia en nuestro país pero sin que se cuente con los conocimientos suficientes como para abordarlo efectivamente en el ámbito judicial.

SÍNDROME DE ALINEACIÓN PARENTAL Y VIOLENCIA DE PAREJA
Regina Perea

En Violencia Familiar, el Síndrome de Alineación Parental aparece o se potencia como resultado de los esfuerzos que hace el agresor por sostener la violencia contra su pareja.

Cuando el agresor sabe que los hijos son importantes para el progenitor víctima de violencia, utiliza a los mismos como una herramienta más para manipular, extorsionar y amedrentar a la víctima a fin de que la misma haga lo que él quiere o para que no se vaya de su lado cuando intenta cortar el círculo de violencia, o para que no lo denuncie, o para conseguir que vuelva cuando se produce la ruptura.

En violencia familiar, la alienación del progenitor víctima de violencia comienza mucho antes de que se haya producido la separación y el divorcio vincular. En todo caso durante los períodos de separación y divorcio la alineación se refuerza y se potencia hasta alcanzar grados incalculables, logrando incluso en muy poco tiempo producir el Síndrome completo (con todas sus características)

Es necesario que los profesionales encargados de elaborar los informes judiciales se aboquen al estudio minucioso de este síndrome y a desarrollar estrategias para detectarlo a tiempo y abordarlo convenientemente, caso contrario estarán sosteniendo y apoyando la violencia que el agresor ejerce contra las víctimas.

Teniendo en cuenta que la mayor cantidad de separaciones conyugales se producen por violencia familiar y que no existen actualmente caminos efectivos para probar dichas agresiones, dando por hecho que la separación se produjo por “peleas” “desencuentros” y “diferencias” conyugales, queda mucho camino por recorrer a fin de poder lograr una protecciòn para la vìctima y los niños “Hijos Testigos de Violencia” y víctimas del “Síndrome de Alineación Parental”

Ambas formas de violencia provienen del agresor y no existen mecanismos para proteger a la víctima y a sus hijos de tanta violencia.