Carta al Ministro de Seguridad Dr. Mario Lopez Herrera

jueves, 28 de agosto de 2008

San Miguel de Tucumán, Jueves 1 de noviembre de 2007

Sr. Ministro
De Seguridad Ciudadana
Dr. Mario López Herrera
PRESENTE
____________________

De mi mayor consideración

La que suscribe REGINA PEREA, Presidenta de la Asociación Civil Atenea, con domicilio en calle Congreso 555, 4 “G”, de ésta ciudad Capital; tiene el agrado de dirigirse a Ud. a fin de poner en su conocimiento que a partir del día 11 de Septiembre de 2007, algunas integrantes de la Asociación Atenea venimos trabajando en las instalaciones del nuevo Centro de Atención y Orientación de la Violencia Familiar, ubicado en calle Don Bosco 1880, en respuesta a una invitación efectuada por la Sra. Susana Noe de Teiltelbaum, Coordinadora General del Observatorio de la Mujer y con el permiso otorgado por la Dra. Karina Lescano De Francesco.
La intención de crear un Centro que brindara un servicio de Atención Integral a la problemática de la violencia familiar, despertó en nosotras confianza en su Ministerio y una idea de que las cuestiones de violencia familiar se encararían con seriedad desde dicho organismo. Confiadas en esto decidimos participar aportando nuestra experiencia, como víctimas que salimos de la situación inmediata de violencia.
Sin embargo, hoy podemos decirle que la atención a las mujeres víctimas por parte de la policía dista mucho de ser la adecuada entrañando un grave riesgo para las mismas, del cual no queremos ser participes.
Las autoridades del Centro no han sabido aprovechar la oportunidad que han tenido, de empaparse de las necesidades de las mujeres, las cuales pretendimos acercarles. Por el contrario, nuestra presencia parece haberles incomodado, rechazando cada una de nuestras sugerencias, justificando lo injustificable, trasladando la responsabilidad hacia afuera y tergiversando la realidad para evadirse del problema.
Observamos que parece no existir en ellas voluntad para cambiar algunas prácticas improcedentes, que no solo encierran una victimización secundaria, sino que ponen en riesgo la vida de las mujeres por lo que teníamos la obligación de hacerles notar. Si la intención hubiera sido cambiarlas, nos habrían escuchado detenidamente. Esto sin desmerecer la buena disposición y trato de algunas mujeres policías que hacen la excepción.
Nosotras tenemos un compromiso profundo y solidario con las mujeres víctimas, por la particular situación que vivimos. La vida de una sola mujer es importante, no nos llevamos por estadísticas y nos interesa tanto el peligro de muerte física de las víctimas como la posibilidad de que sean agredidas una vez más, situaciones que sin lugar a dudas pueden evitarse desde el Centro, cumpliendo con el procedimiento policial en tiempo y en forma, cosa que no se está haciendo en todos los casos.
Desde un primer momento el trato fue despectivo hacia las mujeres por parte de la policía, la atención varió según el grado de formación de la denunciante, con una clara discriminación hacia personas de bajos recursos.
En el Centro, las policías indagan a cerca de las conductas de las mujeres, dan opiniones a cerca de las mismas, la juzgan de una manera que las hiere e incomoda y toman determinaciones que no corresponden a sus funciones.
Una enorme cantidad de mujeres no fueron atendidas en el Centro. Algunas policías utilizaron como argumento que “debían ser atendidas por las Comisarías Zonales o de su jurisdicción”, mientras que en esas dependencias no querían atender ningún caso de violencia familiar y así numerosas mujeres fueron de un lado a otro sin respuestas, de día y de noche.
A las mujeres que habían radicado una denuncia en otra comisaría, la enviaban de vuelta al mismo lugar, pero no le explicaban los motivos por los cuales no la recibían en el Centro.
Actualmente siguen sin entregar la copia de denuncia o constancia en el mismo momento y algunas mujeres regresan hasta cuatro veces para pedirlas. Algunos argumentos que la policía utiliza para justificar esta conducta es que “No está la oficial sumariante (la única que sabe redactar y está autorizada a poner la firma)”. “No tienen tinta para imprimir” “No tienen cartuchos de impresión”
El comprobante que le entregan finalmente a la mujer no es una COPIA FIEL de la constancia o denuncia que ella realizó, sino un resumen muy acotado de unos cuantos renglones, que no expresan la realidad de la mujer víctima.
No derivan a la mujer al médico de policía cuando no hay lesiones visibles.
No se está cumpliendo el envío de la denuncia a fiscalía en los tiempos que estipula la “Ley de Violencia Familiar”.
Las policías no toman declaración a familiares de víctimas que se encuentran en peligro, ni les explican cuáles son los caminos que tienen a su alcance para ayudar a la misma, mandándolos de vuelta a su casa sin ninguna respuesta o bien diciéndoles que tienen que convencer a la propia víctima que venga.
No toman la denuncia a madres menores de edad si no vienen con su madre o algún adulto responsable.
No toman declaración a las mujeres agredidas por hombres alcoholizados o drogados porque dicen que “eso no es violencia familiar”y que “las enfermedades son tratadas en otro ámbito”
No le explican a la mujer la diferencia entre el camino civil y el penal y la importancia de realizar ambos, ni los diferentes servicios que pueden brindarles una atención complementaria a sus necesidades, cuando los profesionales no se encuentran. Las mujeres piensan que con la denuncia, la policía y la justicia van a actuar y van a solucionarse todos sus problemas.
Todavía, a pesar del tiempo transcurrido desde el inicio de su funcionamiento, no se ha determinado fehacientemente un modo de procedimiento que asegure que todas las mujeres víctimas sean atendidas por todos los profesionales que hay en el Centro y queden registradas en todos los casos, por más que no sean asistidas.
No hay guardia en la puerta del establecimiento y entra cualquier persona con un gran riesgo para todos.
El baño es compartido por varones y mujeres e ingresan al baño personas que van pasando por el lugar.

Cabe aclarar que lo planteado, son solo algunas de las falencias detectadas, que le acercamos en la idea de que se investigue y se lleguen a modificar conductas y funcionamientos que a nuestro entender son inadecuados, quedando a Vtra. disposición las propuestas con las que contamos, las cuales acercamos en su debido momento a las autoridades inmediatas de manera personal.
Adjunto a la presente, misiones y funciones de esta Asociación en el Centro de Asistencia a la Víctima.
Sin otro particular saludo a Ud. muy atentamente.-


María Regina Perea
Presidenta
Asociación Civil Atenea



"En ningún momento nuestra asociación recibió una contestación formal de parte del Ministro de Seguridad de la Pcia. a esta nota enviada oportunamente, ni de ninguna otra autoridad de dicho Ministerio.

El último relevamiento sobre los servicios de atención a mujeres víctimas de violencia familiar pone de manifiesto que la situación en el Centro de Atención y Orientación de la Violencia Familiar no cambió en nada y deja al descubierto la existencia de otras situaciones irregulares que ponemos en conocimiento de los ciudadanos a continuación:


- Algunas mujeres policías reciben amablemente a las víctimas pero no les toman la denuncia, enviándolas a cualquier otra parte, cuando no hay oficiales que tomen la denuncia.

- Cuando alguna víctima se encuentra en riesgo, en el Centro no reciben la denuncia de otros ciudadanos (amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etc.) que intentan protegerla pidiendo auxilio para ella. Argumentan que tiene que asistir la víctima sino no pueden hacer nada.

- En el Centro realizan mediación en violencia familiar, recibiendo a los agresores que buscan reconciliarse con las víctimas

- La propaganda oficial señalaba que el Centro contaba con atención médica, pero resulta que el CAC (Centro de Atención Comunitario) funcionaba únicamente por la mañana y no contaba con atención para casos de emergencia. Había que llamar la ambulancia pública para eso.

- El Centro no cuenta con atención para víctimas en riesgo fuera del establecimiento de calle Don Bosco, por lo que se niegan a trasladarse a la vivienda de las víctimas que están en peligro ni a dar intervención a las comisarías zonales para que efectivicen las medidas de protección.

- Si las víctimas ya denunciaron una vez, ya sea en el propio Centro o en alguna otra comisaría, no las reciben más aunque necesiten poner en conocimiento hechos nuevos, justificándose en que deben dirigirse a la fiscalía a realizar una ampliación de la denuncia que ya realizaron tiempo atrás, pero resulta que muchas veces las denuncias no ingresaron a fiscalía y las víctimas quedan desprotegidas. La policía tiene la obligación de recibir la denuncia de todo abuso nuevo ejercido contra las víctimas y de enviar a las mismas al médico de policía para que realicen las revisaciones médicas.

- La policía realiza constancias cuando tienen que realizar denuncias por la calidad de las declaraciones de la víctima, que están poniendo de manifiesto la existencia de delitos.

- En un principio la propaganda daba a entender que el Centro era para atención de las víctimas de toda la Pcia. de Tucumán, pero resulta que no fue así y las mujeres del interior tuvieron que volver a su pueblo a realizar la denuncia porque en el Centro no la aceptaban.

EN EL CENTRO DE ATENCION Y ORIENTACION DE LA VIOLENCIA FAMILIAR DE CALLE DON BOSCO LAS MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR PEREGRINAN SIN ENCONTRAR AYUDA, AL IGUAL QUE EN LAS OTRAS COMISARIAS DE LA PROVINCIA

SOLICITAMOS A LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS QUE REALICEN LAS INVESTIGACIONES CORRESPONDIENTES Y NOS BRINDEN LA PROTECCION ADECUADA PARA QUE NO OCURRAN MAS MUERTES