viernes, 27 de febrero de 2009
Lo más dañino para los niños es que continúen viviendo en una familia donde anida la violencia, porque los hijos que son víctimas directas o testigos de violencia toman modelos de relación totalmente dañinos para ellos, para sus futuras parejas, para sus futuros hijos y por ende para la sociedad.
Pero tan dañino como continuar en un ambiente de violencia es que los menores continúen manteniendo algún tipo de contacto con el padre o la madre agresora y mucho menos lejos de la mirada de otras personas, porque los niños siguen bebiendo enseñanzas inapropiadas sin que se
encuentre nadie cerca para defenderlos o señalarles lo que no está bien.
Lo conveniente es que la familia se reorganice nuevamente sin el agresor/a y los niños crezcan y se desarrollen, alimentados por valores humanos, en un ambiente sano, de amor, comprensión y respeto.
Pero tan dañino como continuar en un ambiente de violencia es que los menores continúen manteniendo algún tipo de contacto con el padre o la madre agresora y mucho menos lejos de la mirada de otras personas, porque los niños siguen bebiendo enseñanzas inapropiadas sin que se
encuentre nadie cerca para defenderlos o señalarles lo que no está bien.
Lo conveniente es que la familia se reorganice nuevamente sin el agresor/a y los niños crezcan y se desarrollen, alimentados por valores humanos, en un ambiente sano, de amor, comprensión y respeto.